La dinámica de investigación consistía en acomodar imágenes de amigos, pareja, familia, compañeros de trabajo o colegio y objetos en un diagrama de tablero de ajedrez. De este modo, el sondeo determinó si un objeto es igual o más importante que algún ser querido.
El smartphone fue el gran protagonista, luego de que 29.4% de los entrevistados dijo que su celular era igual o más importante que sus padres; y el 21.2% dio más importancia a su dispositivo móvil que a sus parejas.
El 16.7% le dio la categoría más alta de importancia a su smartphone, pero solo 1.1% confesó que su celular ocupaba el lugar más importante en su vida.
Conexión emocional y seguridad
Los smartphone ya forman parte de nuestra vida, sin embargo la conexión tipo amistad que se entabla con un dispositivo inanimado tiene otras repercusiones —más allá de las psicológicas— en términos de seguridad informática.
De acuerdo al investigador de seguridad de Kaspersky Labs, David Emm, el entablar una conexión emocional tan fuerte con los dispositivos móviles puede nublar los parámetros de seguridad.
“Tener esta relación emocional con el teléfono inteligente puede significar que el proceso de decisión cuando se trata de proteger los datos ahí almacenados es más limitado. Ya sabemos que mucha gente olvida asegurar sus teléfonos inteligentes, ya que los perciben casi como una extensión de sí mismos, y esto puede hacerlos vulnerables ante los delincuentes”, declaró el especialista.
El mismo experimento reveló la poca importancia que las personas le otorgan a la seguridad: la mayoría de los participantes se dijo dispuesto a compartir el número de PIN de su smartphone cuando un amigo digital se lo solicite (93%).
Fuente: Netmedia
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